La falta de inversión en la construcción, sumada a la casi nula oferta de créditos hipotecarios explican el fenómeno.
La falta de inversión en la construcción, sumada a la casi nula oferta de créditos hipotecarios explican el fenómeno.
UN 2023 COMPLEJO PARA EL SECTOR

Advierten que hay una alta demanda de alquileres y una escasa oferta en Junín

Los precios para un monoambiente o un departamento con un dormitorio comienzan en los 40 mil pesos y trepan hasta los 70 mil pesos mensuales, de acuerdo a la ubicación y las dependencias. Las zonas cercanas a la Unnoba, con un 95% de ocupación.

En este sentido, Claudio Roggero, propietario de la inmobiliaria que lleva su apellido, afirmó en diálogo con Democracia que la falta de oferta de alquileres es un problema en el ámbito nacional. “Desde el último Procear, no hubo nuevos créditos hipotecarios ni viviendas. Si no hay viviendas para comprar, no hay viviendas que se puedan alquilar. El problema es que la sociedad sigue creciendo y no alcanza con la construcción”, consideró. 

En esta misma línea, Hernán Pietrobón, de Pietrobón Servicios Inmobiliarios, confirmó que la demanda está en aumento desde finales del año pasado, pero “se observa, desde hace años que, que no hay suficiente cantidad de viviendas en Junín para abastecer la demanda, no solo de estudiantes, sino en general”. 

Por su parte, Daniel Di Palma, presidente del Colegio de Martilleros de Junín, tiene una perspectiva más optimista ante la escasez de viviendas. “Veníamos de un contexto complicado después de la pandemia, pero desde finales de 2022 o inicios de 2023, se incorporaron ofertas y la demanda es sostenida. Está más equilibrado”, afirmó. 

Asimismo, Roggero destacó el crecimiento y desarrollo propio de Junín, lo que provoca una inversión por parte de las zonas de alrededor y, por ende, permite “ofertar un poco más que el resto”. 

Alquileres

Con respecto a los precios, los martilleros consultados por este diario coincidieron en que rondan desde los 40 mil hasta los 70 mil pesos, de acuerdo a las condiciones, como la ubicación, las dependencias, la calidad de la construcción, las comodidades. 

Por ejemplo, el precio varía notoriamente si el inmueble está situado en la zona céntrica o en un sector más alejado, y también el precio sube si se trata de la zona cercana a la Unnoba. 

“Hay precios más bajos, pero peor ubicados. Y precios más altos, pero con otro tipo de lujos”, explicó Roggero. Y añadió: “La zona de Barrio Belgrano, por ejemplo, tiene un poco más de oferta y costos más bajos”.

Di Palma coincidió en que hay más disponibilidad en el resto de la ciudad, tanto en el centro como un poco más alejado, ya que “la zona de la Universidad está ocupada casi al 95%”, indicó.

Ley de alquileres

La mayoría de los alquileres se rigen según la Ley 27.551. Los primeros contratos con esta ley se firmaron en julio de 2020. Desde entonces, cada acuerdo entre propietarios e inquilinos con la intermediación de martilleros públicos se rige por las normas que marca la mencionada normativa. 

Esto implica que los contratos tienen tres años de duración y una actualización anual según la inflación que informa el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y el índice promedio de aumentos salariales que publican organismos oficiales. 

El último dato que se informó, tal como lo hizo este diario, fue para los alquileres que se actualizaron desde diciembre de 2022. Dichos acuerdos tuvieron un aumento del 77.58%

Distintos martilleros coinciden en que el aumento puede ser costoso para los inquilinos que no han tenido un incremento en sus ingresos de tal magnitud, pero puede resultar insuficiente para los propietarios porque si se compara con el aumento de la inflación acumulada en los últimos meses ronda el 88%. Por estas razones, entre otras, hay quejas de las distintas partes vinculadas a los contratos de alquiler.

“Ojalá la puedan rever por el bien de la gente. Si no la cambian, cada vez va a haber menos alquileres”, se lamentó Roggero. 

A lo que Pietrobón añadió que, si bien hay iniciativas y gestiones de las distintas organizaciones para intentar derogar esa ley, “estaría bueno proponer algún cambio. Si por lo menos la ley previera la posibilidad de acortar los plazos de la vigencia de tres a dos años y eventualmente hacer ajustes por periodos de tiempo más cortos”, para que de esa manera, el inquilino pueda ir “soportando” los aumentos y el propietario no pierda tanta rentabilidad a lo largo del tiempo.

Becas

Sebastián Fulderi, responsable del área de Bienestar Estudiantil de la Unnoba, afirmó a Democracia -en una edición anterior- que la Universidad cuenta con diferentes programas de becas, que sirven para financiar una parte de los gastos que tienen los estudiantes. Asimismo, impulsan a los estudiantes a que se inscriban en programas de becas nacionales como Progresar y Manuel Belgrano, que son “becas muy interesantes”.

“No tenemos una vinculación directa sobre el tema alquileres, pero si nos hacen saber los alumnos que muchas veces se les dificulta conseguir propiedades para alquilar, pero sobre todo por la escasa disponibilidad”. 

En la actualidad, muchos municipios tienen casas en Junín y los estudiantes pueden acceder a becas para la residencia. 

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